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El hijo mayor del presidente estadounidense, Donald Trump Jr., pidió al director de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), John Ratcliffe, que siga desentrañando las mentiras sobre una supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.

En una publicación en su cuenta de X, respondió a un post de Ratcliffe en el que se informaba de irregularidades de procedimiento en la evaluación de la presunta injerencia de Moscú en las presidenciales de 2016. Vaya, incluso personas de carrera dentro de la CIA admiten ahora que el entonces director del organismo John Brennan y sus compinches manipularon una falsa evaluación de la comunidad de inteligencia para perjudicar a Trump con la absurda narrativa de Rusia, Rusia, Rusia. Siga exponiendo la verdad, John Ratcliffe, escribió.

Este miércoles, la CIA informó que la revisión de un informe de 2016 sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de ese año, que habría tenido por objetivo apoyar a Donald Trump, detectó numerosas anomalías.

El nuevo informe determina que el escaso tiempo disponible para la preparación de aquella imputación, junto con el acceso desigual por parte de los revisores a la información en la que se basó el documento y la excesiva involucración de los jefes de agencias de Inteligencia, obstaculizaron la aplicación de un rigor profesional, especialmente en cuanto a la conclusión antes mencionada.

En particular, se señala que los autores del informe tuvieron menos de una semana para redactarlo y menos de dos días para coordinarlo con sus colegas de la Comunidad de Inteligencia (IC, por sus siglas en inglés), cuando, por regla general, la preparación de un documento de ese tipo se prolonga durante meses. La prisa por publicar el informe antes de la transición presidencial planteó dudas sobre una posible motivación política detrás de la asignación de tareas y del cronograma de la Casa Blanca, se sostiene.

Por ese entonces, Washington acusó en repetidas ocasiones a Moscú de interferir en las elecciones estadounidenses de 2016. En 2018, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. dio por cerrada su polémica investigación sobre la supuesta interferencia rusa en aquellos comicios, pese a no haber encontrado evidencias de colusión entre la campaña del entonces candidato Donald Trump y las autoridades rusas.

Desde Rusia tacharon tales acusaciones de infundadas, mientras que el presidente del país, Vladímir Putin, las calificó de histeria. El propio Trump, al comentar la cantidad de pesquisas iniciadas en su contra, incluido el Russiagate, denunció que se trataba de una caza de brujas.