Imagen de Freepik realizada mediante IA.
El prometedor papel de los robots en cirugía está cada vez más demostrado. Se pueden emplear brazos robóticos para operar a personas que se encuentren a miles de kilómetros de un cirujano humano o incluso dejar a los robots actuando solos después de que un cirujano marque por dónde deben actuar. Sin embargo, lo que no se había logrado hasta ahora era que un robot llevase a cabo una cirugía sin ningún mapeo previo ni el manejo remoto de un ser humano. Eso parecía ciencia ficción, pero un robot desarrollado en la Universidad Johns Hopkins acaba de hacerlo por primera vez.
Funciona exactamente igual que lo haría un joven cirujano aprendiendo de su mentor. Primero observa, aprende y después opera sin ayuda. Como mucho, puede seguir algunas indicaciones por voz, pero nada más.
La cirugía en cuestión no se ha llevado a cabo en un ser humano, pero sí en una réplica realista del cuerpo de una persona. El robot ha llevado a cabo una cirugía de extracción de la vesícula biliar, en la que los investigadores habían añadido a conciencia algunas complicaciones. Este cirujano robótico logró superar todos los hándicaps y, finalmente, extrajo la vesícula sin problema. Es cierto que lo hizo más despacio que un cirujano humano experimentado, pero básicamente es lo mismo que habría ocurrido con un estudiante de cirugía. Posiblemente, con el tiempo logre hacerlo más deprisa.
El robot, bautizado como SRT-H, utiliza la misma arquitectura de aprendizaje automático que Chat-GPT. Sus desarrolladores lo adiestraron a base de vídeos en los que se veía a cirujanos de la Universidad John Hopkins extrayendo la vesícula biliar de cadáveres de cerdo. Se capacitó mediante las imágenes, la voz de los cirujanos y una serie de carteles con subtítulos de lo que estaba ocurriendo. Después, se dividió el procedimiento en fases y se propuso al robot que realizase individualmente tres de ellas: sujetar una aguja, levantar tejido corporal y suturar. Al ver que llevaba a cabo cada una de ellas adecuadamente y en solo unos segundos, se prepraró todo para que el robot llevase a cabo una cirugía de extracción de vesícula.
La cirugía de vesícula estaba compuesta por 17 pasos, de unos minutos cada uno. El robot se expuso a un entorno realista de quirófano, incluyendo complicaciones que podrían darse realmente en una cirugía. Por ejemplo, se movió su posición inicial, para que tuviese que recalcular sus movimientos. También se añadió un líquido que imitaba la sangre, de manera que entorpeciera la visibilidad de la vesícula. A pesar de todo, SRT-H llevó a cabo correctamente su misión.
Aunque tardó ligeramente más, los resultados fueron comparables a los de un cirujano experto. Será necesario llevar a cabo muchos más experimentos como este antes de dejar solo a un robot ante un paciente con vida, pero, desde luego, parece que esta será una realidad en un futuro. ¿Y tú? ¿Te dejarías operar por un robot sin la intervención directa de un ser humano?