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Capturar imágenes bajo el agua utilizando el móvil es una tendencia que ha llegado para quedarse. Las cámaras de los smartphones actuales son tan potentes que ya no es necesario comprar equipos especializados para conseguir el recuerdo perfecto en la playa, la piscina o incluso en el fondo del mar. Sin embargo, fotografiar en un entorno acuático presenta varios retos únicos que debes conocer si quieres obtener resultados espectaculares y proteger tu dispositivo al mismo tiempo.
Este artículo te explica de manera detallada y sencilla todo lo necesario para tomar fotos bajo el agua con el móvil con éxito. Analizaremos qué móviles pueden sumergirse, cómo utilizar fundas impermeables, los accesorios clave, ajustes de cámara recomendados, técnicas de composición y trucos para conseguir fotos nítidas y llenas de color. Prepárate porque, si sigues leyendo, en pocos minutos sabrás exactamente cómo hacer esas fotos subacuáticas que sorprenden a todos en tus redes sociales.
Fotografiar en el medio acuático no es lo mismo que tomar una instantánea en la calle o en casa. El agua modifica la luz y los colores, distorsiona el enfoque y puede afectar incluso al comportamiento del móvil. Por eso, aunque hacer fotos bajo el agua no es una ciencia oculta, sí requiere tener en cuenta una serie de detalles técnicos y prácticos para garantizar buenos resultados y no correr riesgos innecesarios.
La paciencia y una buena preparación son la clave. Ajustar el móvil, entender cómo afecta la refracción del agua a la imagen, proteger correctamente el dispositivo, practicar antes de lanzarse a la aventura y conocer los límites de cada equipo son pasos fundamentales para obtener fotografías subacuáticas nítidas y seguras.
El agua absorbe la luz y los colores, especialmente los tonos rojos, haciendo que las fotos tiendan a verse azuladas o apagadas. Además, la superficie, el movimiento y la turbidez pueden afectar la nitidez y la composición. Por eso, hay que ajustar algunos parámetros y métodos de uso para sacar el máximo partido a la cámara de tu móvil.
No todos los móviles están preparados para sumergirse en el agua sin sufrir daños. Antes de intentar hacer una foto bajo el agua, es esencial revisar las especificaciones técnicas de tu smartphone y buscar la certificación IP (Ingress Protection) correspondiente.
La certificación IP indica el nivel de resistencia del móvil al polvo y al agua según la normativa internacional IEC 60529. Los más comunes son:
Algunos modelos de gama alta, como los iPhone 13, 12 y 11 o los Samsung Galaxy S23 Ultra, S21 y A52 5G, incorporan estas certificaciones. No obstante, la resistencia no es eterna: el uso continuado y los golpes pueden reducir la estanqueidad, y la garantía de la mayoría de fabricantes no cubre daños por líquidos.
Además, es importante saber que la certificación garantiza la resistencia sólo al agua dulce. El agua salada del mar puede corroer los conectores y dañar el móvil. Si quieres usar el móvil en playa, lo mejor es protegerlo aún más con una funda sumergible.
Si tu smartphone no tiene certificación IP67 o IP68, no te arriesgues. Para poder hacer fotos bajo el agua de manera segura, utiliza fundas sumergibles diseñadas específicamente para fotografía acuática en móviles. Existen dos tipos principales:
Se recomienda hacer primero una prueba de estanqueidad con un papel o servilleta en el interior para comprobar que no entra agua. Además, recuerda secar bien la funda y el móvil tras cada uso, especialmente tras el contacto con agua salada o clorada.
Accesorios adicionales como trípodes acuáticos, aros de luz sumergibles y soportes flotantes pueden ayudarte a capturar mejores fotos y evitar accidentes durante la sesión.
Con el móvil protegido, toca ajustar la cámara para sacar el máximo provecho. El agua afecta notablemente a la exposición, el enfoque y el color, por lo que conviene definir los siguientes parámetros antes de sumergir el dispositivo:
No dispares la foto justo al sumergir el móvil. Espera unos segundos para que la exposición se ajuste a la diferencia de luz entre superficie e interior, logrando así una imagen correctamente iluminada. Si disparas nada más entrar en el agua, es probable que la foto salga quemada o sin detalle.
La técnica importa tanto como el equipo. Aquí tienes un resumen de los principales trucos y buenas prácticas a la hora de hacer fotos bajo el agua con tu móvil:
No olvides que se recomienda limitar el tiempo de inmersión a 30 minutos y no bajar de dos metros de profundidad aunque tu móvil sea “sumergible”. Y si lo usas en agua salada, acláralo con agua dulce después.
Si buscas el mejor móvil para hacer fotos bajo el agua, te interesará saber qué modelos destacan hoy en día por su resistencia al agua y su calidad fotográfica.
Si prefieres accesorios, existen cámaras de acción como las GoPro Hero 9 Black, DJI Osmo Action o Sony RX0 II, y cámaras compactas acuáticas (Olympus Tough TG-6, Nikon Coolpix W300), o fundas sumergibles universales que transforman cualquier móvil en una cámara acuática.
No todos los móviles resisten igual al agua y un mal uso puede provocar daños irreparables, incluso en equipos con certificación. Por eso, recuerda estos consejos antes de lanzarte a capturar el fondo marino:
Dicho todo esto, practicar, ser paciente y priorizar la protección del móvil son claves para lograr fotos impactantes bajo el agua. La tecnología actual y los accesorios disponibles hacen posible que cualquier usuario consiga resultados sorprendentes, siempre que respete las recomendaciones y los límites del equipo.