Con la llegada a los cines de Lilo y Stitch, Disney estrena al fin su nuevo remake live-action. En este caso, aborda su icónica película animada más de veinte años después. La compañía ha llevado a cabo en la última década numerosas reinterpretaciones en imagen real (o al menos fotorrealista) de sus clásicos de animación. Algunas, como El Rey León, han sido un brutal éxito de taquilla, aunque otras han funcionado peor. Pero en el caso que nos ocupa todo apunta a que el Experimento 626 y la joven niña hawaiana se encontrarán en el primer grupo. Al basarse en la tradición más reciente, una de las dudas que surge es si habrá escena post-créditos.
Este tipo de secuencias añadidas durante o después de los créditos finales son especialmente recurrentes en el cine de superhéroes desde 2008. Pero otras películas también las incluyen cada vez con mayor asiduidad. En ocasiones sirven para anticipar lo que está por venir en futuras entregas de una saga, presentando nuevos personajes o situaciones. En otras ocasiones, por el contrario, simplemente sirven para cerrar alguna subtrama que había quedado abierta durante el metraje. Incluso hay veces que se utilizan como gag sin mayores pretensiones para sacar una última sonrisa a los fans más pacientes.
Sin ir más lejos, uno de los últimos estrenos de Disney, Moana 2, tuvo una escena post-créditos. Pero otra, Mufasa: El Rey León, se quedó sin ella. Por tanto, la duda sobre qué podría ocurrir con Lilo y Stitch era más que lógica. Al tratarse de una historia ya conocida, quizá la compañía tuviera guardado un as en la manga para presentar alguna de sus secuelas o spin-offs. Y sea o no el caso, lo cierto es que Lilo y Stitch sí cuenta con una escena post-créditos. Cuando la historia alcanza su final y funde a negro, llegan los créditos. Y en ellos, aproximadamente a la mitad, llega una nueva escena que cierra definitivamente la historia.
La trama de Lilo y Stitch sigue a una pequeña niña huérfana que vive en Hawaii junto a su hermana mayor, Nani. La vida de ambas está totalmente rota e inestable tras la muerte de sus padres, pero juntas intentan salir adelante. Imaginativa y traviesa, Lilo es una niña muy solitaria que solo quiere tener un amigo. Y esa situación, su deseo se hará realidad en la forma de lo que ella cree que es un perro.
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Pero lo que en realidad ha adoptado no es una mascota sino un peligroso experimento alienígena diseñado para generar caos y destrucción a su paso. Una criatura tan adorable como temible que huye del Consejo Galáctico y de sus dos perseguidores: su propio creador, el doctor Jumba; y el agente Pleakley. Al darles esquinazo, Stitch forjará con Lilo un estrecho vínculo que les hará inseparables.
Lilo y Stitch se estrena en cines el 23 de mayo.
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