Para sorpresa de nadie, el live-action de Lilo y Stitch se ha convertido en un monumental éxito de taquilla. Uno que, además, le permitió romper varios récords en su fin de semana de estrenos y junto con Misión Imposible: Sentencia final, volverse en uno de los sucesos del año cinematográfico. Con su combinación de humor, un entrañable protagonista y un apartado visual sorprendente, la cinta no solo recupera — o lo intenta — lo mejor de la original.
También es un homenaje a una de las películas más queridas de Disney, convertida desde su estreno hace 23 años, en un clásico contemporáneo de la animación. De hecho, varias de las mejores secuencias de Lilo y Stitch, captan la alegría salvaje de la original, así como también su rara mezcla entre humor y emoción. El resultado es una cinta que, si bien, tiene su propia personalidad, imita lo mejor que puede a una historia conocida por ser impredecible y con un humor caprichoso, que cautivó a la audiencia en su oportunidad.
No obstante, y a pesar de su cuidadoso homenaje a la producción de 2002, lo cierto es que la cinta se queda corta en varios de los aspectos que distinguieron al original. Para demostrarlo, te dejamos las 8 cosas que el live-action de Lilo y Stitch no supera del original. De su poco convincente apartado visual hasta su cuestionable giro final. Se trata de una mirada a una producción que, si bien es encantadora, se queda muy por detrás de un animado que marcó época.
Si bien el live-action de Lilo y Stitch logra y de una forma sobresaliente, trasladar al mundo real a su extraterrestre azul, lo cierto es que la producción enfrenta algunos problemas. A pesar de que Stitch es adorable y Disney evitó la posibilidad de crear una versión con pelaje turquesa de un monstruo genérico, el resto de los personajes no han salido tan bien parados.
De hecho, Jumba (Zach Galifianakis) y el agente Pleakley (Billy Magnussen) tienen un aspecto más aterrador que divertido. Y durante buena parte de la trama que les muestra en su aspecto original, tienen el aspecto inquietante de animatrónicos mal construidos. Por lo que la decisión de tomar apariencia humana, es inevitable. Pero también, restó colorido y sentido del humor a la película.
Lo anterior lleva a otros de los problemas del live-action con respecto a la película original de Lilo y Stitch. Como se recordará, en el animado del 2002, el argumento exploró en las desventuras de Jumba y Peakley en su intento por pasar desapercibidos. Para lo cual, ambos decidieron disfrazarse — de manera especialmente torpe — de seres humanos. Un giro de los acontecimientos que hizo más disparatada y sin duda, más divertida el intento del dúo de personajes por intentar no llamar la atención.
En el live-action, el giro se eliminó por completo. De modo que todo el enfoque irónico acerca de los esfuerzos de ambos alienígenas por no ser detectados, carecen del recordado impacto humorístico. Por lo que ambos personajes, se limitan a ir de aquí para allá, con un comportamiento más o menos hilarante, pero que nunca podrá superar al animado.
En Lilo y Stitch de 2002, Cobra Bubbles era un trabajador social y exagente de la CIA que ya había tenido experiencia con encuentros alienígenas. Pero además, era un personaje que dedicaba tiempo, esfuerzo e interés, en cuidar de Lilo a medida que la situación se volvía más peligrosa para la niña.
En la película de Lilo y Stitch de 2025, Bubbles, interpretado por el actor Courtney B. Vance, es un agente genérico de la CIA. Por lo que toda su mezcla de puntos de vista y comportamiento excéntrico, desaparece por completo. Una decisión decepcionante para un personaje adorable.
En el clásico de Lilo y Stitch de 2002, el doctor Jumba era un científico loco corrupto, cuya máxima ambición era crear una forma de vida maligna y destructora. Pero, una vez que Stitch comenzó a desarrollar empatía, experimentó un arco de redención e incluso llegó a ayudarlo en su misión de proteger a Lilo.
En el live-action, el personaje es solo un villano con ansias de hacer el mayor daño posible, para recuperar a Stitch. Por lo que pierde la mayor parte de su complejidad y sin duda, ingrediente dramático.
Si eres fanático del animado, lo debes recordar de inmediato: el Capitán Gantu, con aspecto de tiburón, fue originalmente el villano principal de Lilo & Stitch. Era una presencia enorme y siniestra, que dependía de la fuerza bruta para derrotar a sus enemigos. El gigantesco villano era un enemigo importante para Stitch, ya que era su responsabilidad capturar al extraterrestre y traerlo de vuelta a la Federación Galáctica.
En la película de 2025 no solo se elimina, sino que parte de su personalidad se mezcla con la de Jumba. Por lo que este último termina no solo por ser un villano, sino también, por tener un comportamiento que, la mayoría de las veces, parece paródico y sin sentido.
Uno de los puntos más lamentables del live-action, es que no entiende del todo a Lilo (Maia Kealoha). Aunque sigue siendo tan caótica como Stitch, la original tenía una profunda conexión con su historia. Algo que incluye, el complicado giro de trama de perder a sus padres en un día lluvioso. Pero en la nueva versión, este importante contexto se elimina.
Por lo que, además, resta capas de profundidad a su protagonista. En la película original, Lilo intenta honrar a Pudge, el pez, quien cree que puede controlar el clima. Al hacerlo, intenta que incidentes similares al que ya ocurrió, puedan volver a ocurrir. Pero la nueva versión no solo no menciona cómo murieron los padres de la niña. También, minimiza el impacto que eso tuvo sobre su vida. Una decisión que empobrece la trama.
Quizás debido a lo anterior, la Lilo de la película de 2025 es mucho menos feroz y su comportamiento se parece más al de una niña inquieta. Puede parecer un rasgo menor, hasta que profundiza lo que es precisamente su capacidad para desobedecer y ser por completo salvaje, lo que une a Stitch en primer lugar. Algo que matiza y minimiza el impacto de la amistad de ambos en la trama.
Y sin duda, el punto más controvertido de la cinta, sea la forma en que se minimiza la relación de Lilo y su hermana Nani (Sydney Agudong). No solo esta última termina por dejar a la niña al cuidado de un vecino, sino que, además, se muda a California. Eso, para estudiar un programa universitario de Biología Marina. Un giro inexplicable, siendo que Hawái ya cuenta con excelentes programas de Biología Marina. Uno, también que rompe con la conclusión de la película original, en que el que ambas hermanas, permanecen juntas.
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