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Si te preocupa que ciertas apps queden a la vista o que cualquiera pueda abrirlas, Android incorpora un Espacio privado pensado para separar esas aplicaciones y sus datos del resto del teléfono. Este espacio actúa como una especie de caja fuerte en tu móvil: cuando está bloqueado, las apps se ocultan y se detienen por completo, y cuando lo desbloqueas reaparecen donde corresponde.
No es un simple compartimento donde “mover” aplicaciones del cajón principal, sino un entorno aislado en el que instalas nuevas instancias de tus apps (consulta cómo configurar y usar el Espacio privado). Eso te permite duplicar apps, emplear una cuenta de Google distinta y añadir una capa extra de autenticación para mantener a salvo información sensible como banca, trabajo o salud.
El Espacio privado crea un perfil independiente dentro del sistema, un entorno tipo isla o sandbox donde se ejecutan las apps que añadas sin mezclarse con tu área principal. Así, los datos, cuentas y notificaciones de esas aplicaciones quedan separados cuando el espacio está bloqueado.
Bajo el capó, Android se apoya en su modelo multiusuario para crear un perfil privado dedicado (nuevo tipo de usuario). Eso implica que cada app instalada en el Espacio privado se trata como una instalación nueva y separada, sin copiar datos desde la instancia del espacio principal.
Más allá de esconder iconos, su valor está en la seguridad: puedes configurar un método de desbloqueo propio para el Espacio privado (patrón, PIN, contraseña y/o huella), distinto del que usas para el teléfono. Si no estableces uno específico, se utiliza por defecto el bloqueo de pantalla del dispositivo.
Otra ventaja clave es la posibilidad de iniciar sesión con una cuenta de Google diferente dentro del Espacio privado. Esto ayuda a evitar filtraciones de contenido (por ejemplo, fotos, historial o recomendaciones) hacia tu perfil principal o a otros dispositivos donde uses la misma cuenta.
Para poder usar el Espacio privado, debes ser el usuario principal del dispositivo. No está disponible para invitados, usuarios secundarios ni cuando el teléfono tiene más de cuatro usuarios o perfiles creados.
El fabricante o el administrador de tu empresa pueden inhabilitar la función. Si es tu caso, no verás la opción de Espacio privado en ajustes o no podrás activarla aunque esté visible.
Hay detalles relevantes de privacidad: aunque puedes ocultar el contenedor del espacio en Todas las apps, su existencia puede ser detectable por terceros con acceso técnico (por ejemplo, mediante conexión a un ordenador con Android Debug Bridge , por ciertas aplicaciones o a través de registros del sistema).
Qué ocurre con la red y el sistema: algunas apps de launcher pueden no ser compatibles y las apps del Espacio privado omiten la VPN del dispositivo. Asimismo, hay problemas conocidos si usas Wear OS conectado a un dispositivo con Espacio privado activo, por lo que conviene revisar la compatibilidad antes de depender de él.
La configuración es guiada y lleva pocos minutos; aun así, te conviene decidir antes si usarás la misma cuenta de Google u otra para mantener mayor separación de datos entre espacios.
Si piensas guardar aplicaciones especialmente delicadas, es buena idea optar por un segundo bloqueo específico diferente al de la pantalla del teléfono. Así sumas una barrera adicional.
Cuando el Espacio privado está bloqueado, sus apps se detienen totalmente. No muestran notificaciones ni realizan actividades en segundo plano, ni tienen acceso a sensores con el dispositivo bloqueado.
Ese bloqueo estricto implica que ciertos usos no son buena idea dentro del Espacio privado si esperas tareas de fondo. Por ejemplo, es probable que una app de salud no registre datos mientras el espacio permanezca bloqueado, aunque en el área principal suceda lo contrario.
Además, al estar bloqueado, las apps no aparecen en el cajón de aplicaciones, en recientes, en el selector de fotos, en la UI de Documentos, en las superficies de compartir del sistema ni en la configuración de permisos o paneles de privacidad. Tampoco son localizables en la búsqueda rápida.
Cuando lo desbloqueas, la situación se invierte: puedes ver notificaciones (con un icono que identifica el origen privado), buscar las apps en la barra de búsqueda, acceder a recientes y a las superficies de compartir, e incluso administrar permisos desde ajustes mientras el espacio esté abierto.
Bloquear manualmente: desde la pantalla de inicio o el listado de Todas las apps, desplázate hasta el contenedor de Espacio privado y toca Bloquear en su lado derecho. Así ocultas sus apps del espacio principal.
Bloqueo automático: dentro del contenedor de Espacio privado, entra en Ajustes del propio espacio y abre Bloquear automáticamente el espacio privado. Puedes escoger entre estas opciones:
Desbloquear es igual de sencillo: desde la pantalla de inicio o Todas las apps, toca el contenedor «Espacio privado: toca para configurarlo u abrirlo» y autentícate con el bloqueo del Espacio privado (si no configuraste uno específico, se usará el bloqueo del dispositivo). También puedes abrirlo desde Ajustes > Seguridad y privacidad > Espacio privado.
Si quieres reforzar la discreción, puedes hacer que el contenedor no aparezca cuando esté bloqueado. Este ajuste no oculta el espacio de forma inmediata, sino la próxima vez que lo bloquees.
Para volver a mostrarlo, abre el Espacio privado desde la búsqueda o desde Ajustes y desbloquéalo; con el espacio abierto, su contenedor volverá a ser visible donde corresponde, de modo que puedas acceder a sus apps con normalidad.
Recuerda: en el Espacio privado no “trasladas” apps ya instaladas, sino que creas una nueva instancia. Hay varias formas de hacerlo según prefieras:
Al instalar en el Espacio privado, el sistema no copia ni modifica la instancia principal: crea una instalación fresca y separada. Por ese motivo, no es posible mover los datos de la app desde el espacio principal al privado.
Acerca de la cuenta: si inicias sesión en el Espacio privado con la misma cuenta de Google que usas fuera de él, ciertos datos podrían estar disponibles fuera del espacio (por ejemplo, fotos y archivos sincronizados, historial de descargas y recomendaciones de apps, historial de navegación, favoritos y contraseñas, o contenido sugerido relacionado con tu actividad).
Para evitar sorpresas y mantener una separación más fuerte, la recomendación es usar una Cuenta de Google exclusiva en el Espacio privado, sin iniciar sesión con ella en otros dispositivos o perfiles.
Para compartir desde el Espacio privado, primero desbloquéalo y, si necesitas, consulta cómo compartir archivos de forma privada. Cuando lo hagas, verás una pestaña «Privado» en las superficies de compartir del sistema (Sharesheet, selector de fotos y UI de Documentos). Si el espacio está bloqueado, esa pestaña desaparece y no podrás compartir desde él.
Bluetooth tiene reglas específicas: puedes enviar contenido desde apps del Espacio privado y el sistema no revela con ello que procede de un espacio privado. Sin embargo, no es posible recibir contenido por Bluetooth directamente en el Espacio privado; no aparecerá como destino y no verás notificaciones cuando otros intenten enviarle algo.
En Quick Share ocurre algo similar: el Espacio privado no puede recibir contenido directamente mediante ese sistema, lo cual refuerza la idea de que las apps y datos del espacio permanecen controlados dentro de sus fronteras.
Qué sí puedes hacer: abrir la ficha de información de una app del Espacio privado, pausarla cuando lo necesites y desinstalarla como harías con cualquier otra.
Qué no puedes hacer: añadir widgets o accesos directos de sus apps a la pantalla de inicio del teléfono, arrastrar/soltar archivos o accesos a Workspace, ni incluir sus datos en la copia de seguridad del dispositivo para restaurarlos después.
Más límites a tener en cuenta: no podrás configurar un perfil de trabajo desde dentro del Espacio privado, ni vincular o administrar dispositivos inteligentes del hogar, ni usar Localizador o comandos de voz en ese entorno.
Además, no hay recuperación del método de desbloqueo del Espacio privado: si lo olvidas, no podrás acceder al espacio. En ese caso, tendrás que eliminarlo y configurarlo de nuevo desde cero.
Aspectos técnicos adicionales: las apps del Espacio privado no pasan por la VPN del dispositivo y algunas aplicaciones de launcher podrían no ser compatibles con los estados de bloqueo/desbloqueo u ocultación del espacio. En cuanto al enrutado de intents, los de telefonía se dirigen al usuario principal (con notificación), mientras que el resto queda confinado al perfil privado.
Antes de borrar el espacio, considera que se eliminarán todas las apps instaladas en él y sus datos sin copia de seguridad local. Si una app sincroniza con la nube, podrás restaurar su información al iniciar sesión de nuevo, pero el propio Espacio privado no se restaura desde una copia del dispositivo.
Para eliminarlo desde sus propios ajustes:
También puedes eliminarlo desde Ajustes del sistema (útil si olvidaste su bloqueo): ve a Sistema > Opciones de restablecimiento > Eliminar espacio privado, introduce el PIN del dispositivo y confirma. Curiosamente, esta opción aparece aunque no exista un Espacio privado creado, por diseño para no delatar su presencia a terceros.
Si buscas separar vida personal y profesional, el Espacio privado es ideal para instalar duplicados de apps de correo, calendario o mensajería con una cuenta diferente. Puedes exigir un segundo factor de desbloqueo para que, incluso con el móvil desbloqueado, esas apps pidan otra autenticación antes de mostrar su contenido.
Para apps bancarias o de salud, el aislamiento evita que otras aplicaciones accedan a sus datos y reduce el rastro en el espacio principal. Eso sí, ten en cuenta que al bloquear el espacio, se detienen las tareas en segundo plano, por lo que funcionalidades que dependan de actividad continua podrían no funcionar hasta que lo desbloquees.
Si valoras al máximo la privacidad, plantéate usar una cuenta de Google dedicada dentro del Espacio privado. Así evitarás que fotos, historial de descargas o sugerencias se mezclen con tu perfil principal o con otros dispositivos donde inicies sesión.
En cuanto a compatibilidad, revisa si tu launcher soporta correctamente el estado oculto y los cambios de bloqueo/desbloqueo del Espacio privado. Y si utilizas Wear OS con tu teléfono, ten presentes los problemas conocidos reportados al combinarlo con el Espacio privado activo.
Para usuarios avanzados y entornos muy sensibles, hay sistemas como GrapheneOS que ofrecen un soporte amplio al aislamiento de apps y perfiles. Aun así, el Espacio privado integrado en Android 15 ya brinda una solución nativa y sencilla para la mayoría de necesidades cotidianas.
La gracia del Espacio privado está en que puedes cambiar rápidamente entre tu área general y la zona segura, con todo el aislamiento que necesitas y opciones como ocultar su contenedor, bloquearlo automáticamente o usar un bloqueo propio. Con unos pocos ajustes acertados y una cuenta separada, es una herramienta potente para reforzar tu privacidad sin complicarte.