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Durante años, buscar información en Internet fue un acto casi mecánico: escribir unas palabras, pulsar Enter y elegir entre miles de enlaces. Hoy, ese gesto cotidiano se transforma por completo. La llegada del Modo IA de Google marca el inicio de una nueva etapa, en la que el buscador deja de limitarse a ofrecer resultados para convertirse en un interlocutor capaz de razonar, sintetizar y explicar. Es una evolución que promete simplificar la experiencia, pero también abre interrogantes sobre su impacto en la red que alimenta sus respuestas.
El anuncio, realizado oficialmente por Google, confirma el despliegue del Modo IA en España y en casi medio centenar de paÃses más, con soporte para 36 idiomas. La función se integra directamente en el buscador tradicional y en la aplicación móvil, lo que significa que no se trata de un producto experimental, sino de una transformación estructural del propio motor de búsqueda. Con esta expansión, el sistema que en su dÃa se conoció como Search Generative Experience abandona la fase beta y se convierte en una herramienta global que rediseña la manera en que interactuamos con la información digital.
El Modo IA utiliza modelos generativos para ofrecer respuestas más largas, completas y contextualizadas. Cuando el usuario introduce una consulta compleja, el buscador genera un resumen que combina texto, enlaces y elementos visuales, acompañado de fuentes verificadas. También permite repreguntar o pedir aclaraciones, de modo que la experiencia se asemeja más a una conversación que a una simple búsqueda de palabras clave. Además, las respuestas pueden incluir comparativas o desgloses temáticos, lo que facilita la comprensión de asuntos extensos, desde la elección de un portátil hasta el análisis de un fenómeno cientÃfico.
La tecnologÃa que hace posible este salto es, claro, Gemini, el modelo de lenguaje más avanzado de Google, capaz de analizar simultáneamente texto, imágenes y vÃdeos para ofrecer resultados multimodales. Su sistema de razonamiento por descomposición divide las consultas en subtemas y genera una sÃntesis equilibrada entre datos, contexto y ejemplos prácticos. El resultado no es solo más preciso, sino también más visual y narrativo. En lugar de limitarse a mostrar enlaces, Gemini intenta ofrecer la âmejor respuesta posibleâ, integrada en un formato que combina comprensión y accesibilidad.
Desde Google insisten en que esta nueva experiencia no pretende sustituir los resultados tradicionales, sino mejorarlos. Según la compañÃa, el Modo IA se apoya en fuentes verificadas y conserva la estructura de enlaces visibles, lo que garantiza el acceso directo a los sitios originales. La empresa asegura que, en sus pruebas internas, la incorporación de respuestas generativas ha incrementado el número de clics hacia medios de calidad, al facilitar la exploración de fuentes adicionales. En teorÃa, el nuevo formato actuarÃa como una guÃa, no como un sustituto de la web abierta que sostiene a Internet desde sus orÃgenes.
Sin embargo, no todos comparten ese optimismo. Numerosos analistas alertan de que un buscador capaz de responder por sà mismo podrÃa reducir drásticamente el tráfico hacia los medios y creadores de contenido. Si el usuario obtiene una respuesta completa dentro del propio buscador, la necesidad de visitar los sitios originales disminuye. El problema no es solo de visibilidad, sino también de sostenibilidad: los modelos de IA se alimentan de datos procedentes de esas mismas webs, muchas de las cuales dependen del tráfico para financiar su trabajo. El equilibrio entre ofrecer comodidad al usuario y proteger el ecosistema informativo será, sin duda, uno de los mayores desafÃos para Google en esta nueva etapa.
El Modo IA llega, por tanto, como una herramienta muy interesante, pero también ambigua. Facilita el acceso al conocimiento, pero también redefine quién controla ese acceso. Lo que comenzó como un motor de búsqueda se acerca cada vez más a un sistema de comprensión global del mundo digital, en el que la frontera entre aprender y depender se vuelve difusa. Google promete una búsqueda más útil, rápida y personalizada; pero quizá la verdadera pregunta sea si estamos dispuestos a dejar que la inteligencia artificial elija qué respuestas merecen nuestra atención.
Cuidado con las proteÃnas creadas por la IA
Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnologÃa… pues sÃ, tendrÃa las canas que tengo.
Por lo demás, música, fotografÃa, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?
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