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He pasado dos semanas con los Ear (3), unos auriculares con los que Nothing me hace olvidar a otras marcas a base de diseño, calidad y cancelación de ruido única.
Nothing Ear (3)
Nota92
Los Nothing Ear (3) son los auriculares que harán que te olvides de los AirPods Pro y Sony, con un diseño único que añade metal, sonido perfecto y un estuche con micrófono. Si no fuera por su modo transparente, serían prácticamente perfectos.
Con el permiso de los móviles como su reciente Phone (3), Nothing se ha convertido en una marca conocida especialmente conocida por sus auriculares, y después de 3 generaciones de dispositivos inalámbricos ahora recibe una cuarta: los Nothing Ear (3).
No es difícil perderse un poco en el ecosistema de auriculares de Nothing, pero deja que lo intente. Dejando al margen a su marca de gama media CMF, ha lanzado ya los Headphone (1) de diadema, los de diseño abierto Ear (open) y los TWS de gama media Ear (a) –los alargados Ear (stick) ya no se venden.
Entre los modelos in-ear inalámbricos, la marca de Carl Pei sigue vendiendo los Nothing Ear, la generación del año pasado, y ahora los nuevos Ear (3) se convierten en el modelo más avanzado de este formato, tanto en diseño como en funciones, con los que he pasado dos semanas de análisis intenso.
Tras llevar conmigo a todas partes estos auriculares durante dos semanas, he quedado prendado por su diseño que mantiene las transparencias pero queda reforzado por un metal que en mi opinión pedía a gritos, y por funciones que no tienen ninguno de sus rivales como el micrófono en el estuche para una cancelación de ruido mejorada.
Por un precio de 179 euros en España, se convierten en los mejores del momento por debajo de la barrera de los 200, con un sonido de gama alta a un precio en el que sus rivales apenas quedan en la gama media.
Solo le pediría más a una batería algo estancada que no aprovecha su tamaño mayor al normal, pese a su buena autonomía, y al modo transparencia que dificulta escuchar. ien el entorno, pero por lo demás son un producto casi redondo que me voy a cansar de recomendar en los próximos meses.
Nothing Ear (3), análisis y opinión:
In-ear
Diseño de bastón
Auricular: 30,5 x 21,5 x 20,75 mm
Estuche: 56 x 55,5 x 22,25 mm
Auricular: 5,2 g
Estuche: 71,4 g
3 micrófonos por auriculares con 45 dB de ANC
Super Mic en el estuche con 95 dB de ANC
12 mm dinámico
IP54
Bluetooth 5.4
Android 6.0, iOS 13 y posteriores
AAC, SBC, LDAC
5 minutos de carga = 1 hora (solo auriculares)
10 minutos de carga = 10 horas (auriculares y estuche)
Carga completa por cabel: 70 minutos
Auriculares: 55 mAh, 10 horas sin ANC, 5,5 horas con ANC, 3,5 horas LDAC y ANC
Estuche: 500 mAh, 38 horas sin ANC, 22 horas con ANC
Google Fast Pair
Microsoft Swift Pair
Modo de latencia baja
App: Nothing X
179 euros
Computer Hoy
A nivel de diseño, diría que los Nothing Ear (3) son unos de los auriculares más bonitos que he probado. Los cambios frente a las generaciones anteriores son leves, pero todos creo que mejoran el resultado final.
Los auriculares mantienen el mismo formato de bastón lleno de transparencias, en el que la única diferencia es la introducción de pequeños elementos metálicos precisamente en el palito. Sigue teniendo personalidad, y me ha gustado lo reconocibles que resultan, ya que muchas personas los han identificado y esto fuera de los AirPods no es común.
Su diseño es cómodo para sesiones de uso muy largas, y de hecho los he utilizado durante vuelos de larga distancia sin que me hayan molestado en ningún momento. Se han mantenido en mis oídos a la perfección sin moverse ni caerse pese a su diseño in-ear o intraural, y lo único es que con frecuencia los he tenido que apretar un poco más cuando me daba cuenta de que su posición no era perfecta para el sonido.
El estuche de carga es lo que más cambia por la mayor presencia de elementos metálicos. Sigue sin ser de los más compactos y el metal hace que sea un poco más pesado (71,4 gramos), pero ahora se siente mucho más robusto, aunque la resistencia certificada no ha mejorado y se queda en IP54.
Aunque la mayor dificultad de este estuche la pone su tamaño, con el que he podido llevarlo en el bolsillo del pantalón junto al móvil, pero algo justo, con más problemas que con otros modelos actuales más estrechos y menos cuadrados. Y esto es quisquilloso, pero me gustaría que tuvieran algún elemento al tacto para poder abrirlos sin mirar.
El modelo plateado, que es el que he probado, me parece más bonito que la otra opción en color negro, pero también es verdad que se quedan marcadas las huellas de dedos y la suciedad del polvo con cierta facilidad, tanto dentro (esto es normal) como sobre todo en la por debajo del estuche. Esta parte sí es de plástico y tras dos semanas ya tiene marcas de desgaste que no se quitan.
El estuche no mejora en batería con respecto a la generación anterior y se queda en las 22 horas de autonomía con ANC activada, lo que me parece una oportunidad desaprovechada para las dimensiones que sigue teniendo el dispositivo.
No obstante, su batería ha sido suficiente para un maratoniano viaje que coincidió con mi análisis, de más de 19 horas de vuelo ida y otras 19 de vuelta, en el que solo los tuve que cargar una vez pese a usarlos durante buena parte de los vuelos. Nada mal a nivel experiencia, y tampoco su carga, que llega de 0 a 100% en muy poco más de una hora enchufado a la corriente.
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Los Nothing Ear (3) son un producto difícil de clasificar en cuanto a precio. Por un lado, sus 179 euros los colocan por encima de las gamas medias más caras, pero por debajo de los AirPods 3 Pro (249 euros) o los Sony WF-1000XM5 (salieron por 320 euros, hoy 250).
Por otro, por sonido no hay dudas de que son gama alta, porque se oyen espectacularmente bien.
En estas dos semanas he escuchado mucho música y me ha encantado cómo los auriculares de Nothing ya tienen de serie un sonido muy rico y con mucha personalidad gracias a su driver personalizado de 12 mm y al soporte para el códec de alta calidad LDAC.
En otros auriculares de serie el sonido me parece que tiene poca chispa hasta que lo personalizas en la app, pero en este caso no ha sido así, con una buena calidad desde el principio que ya potencia los graves. Pese a ello te recomiendo activar el refuerzo de graves en nivel 3 (hay hasta 5) para que la música urbana se vuelva aún más vibrante, sea Rosalía, Nathy Peluso o tu artista preferido.
También los he usado para ver películas y me he encontrado con que su calidad es espléndida también en los tonos agudos de las voces e incluso en las bandas sonoras más elaboradas, como la de Braveheart.
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A nivel de conectividad, los Ear (3) son un ejemplo perfecto de cómo hacer que la tecnología sea ágil de forma invisible, ya que no les falta Google Fast Pair ni Microsoft Switf Pair, con los que los he podido vincular fácilmente a mi móvil Android y mi portátil Macbook al mismo tiempo, ayudado por el estándar Bluetooth 5.4.
El control de los auriculares es realmente sencillo entre los controles táctiles y la app Nothing X.
Los controles táctiles funcionan por pellizco en el bastón y son bastante rápidos y precisos para responder llamadas, detener o reanudar la música o activar la cancelación de ruido. Solo me parecen limitados en que no tienen opción de deslizar y esto hace menos intuitivo el control de volumen.
Por su parte, la app propia de Nothing X sigue siendo una de mis preferidas de su clase en la actualidad, no solo por su diseño con personalidad, sino por lo fluida y sencilla de usar que es, llena de funciones, pero que no abruman si no eres el más melómano del mundo.
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Nothing ha dado un paso importante en estos Ear (3) a nivel de cancelación de ruido, que sigue siendo muy buena a nivel de ANC en sus auriculares, pero que se añade también al estuche mediante la función Super Mic, algo completamente novedoso.
La cancelación de ruido es activa, como es habitual en los auriculares inalámbricos de la actualidad, y tiene una profundidad de hasta 45 decibelios. No he sentido que se reaccione rápido y se adapte al contexto como pasa con los WH-1000XM6 de Sony, pero el aislamiento en general me ha parecido bastante bueno, al nivel de líderes en este formato como los Huawei Freebuds Pro 4.
El único problema que le he encontrado a la cancelación de ruido de estos auriculares ha sido al usarlos sin música como tapones, ya que en entornos ruidosos se centran tanto en frecuencias altas que se olvidan un poco de las altas, y esto me ha generado una sensación extraña.
Para los contextos más ruidosos, en los que quieres hablar sin que se meta ruido de fondo, la principal novedad de los Ear (3) es el Super Mic, que permiten grabarse desde el estuche con hasta 95 decibelios de cancelación, más del doble del que eliminan estos mismos cascos.
Esta función se habilita con el botón Talk presente en el estuche, que tiene una luz verde en el lateral cuando se está usando. Se puede usar manteniendo pulsado el botón, o con dos clics para mantenerlo.
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Aunque no es compatible con aplicaciones como WhatsApp y no lo podrás emplear para las videollamadas y mandar audios en la app de mensajería más popular, lo he podido utilizar sin problemas en la aplicación de teléfono del Android y en la app de cámara de Google para grabar sonido como si fuera un micro de corbata.
Me ha sorprendido para bien la calidad que consigue incluso en entornos muy ruidosos, claramente mejor que los auriculares en las pruebas que he hecho. Solo me ha molestado que como la función no se habilita al vincular los auriculares, tienes que darle el permiso para que grabe audio desde el móvil, por lo que la experiencia no es todo lo intuitiva al principio como debería. En general me parece una idea genial que espero que la marca mantenga en futuros modelos o se extienda.
En este apartado solo tengo una opinión negativa de los Era (3) sobre el modo transparente, que me ha parecido muy mejorable. Las almohadillas aíslan mucho del entorno y los micrófonos no son capaces de compensarlo, por lo que he escuchado todo atenuado a mi alrededor. También me ha costado mantener conversaciones con otras personas con ellos puestos y siempre he preferido quitármelos.
Es de agradecer que al menos no tenga un sonido artificial como otros modelos en los que este modo se escucha metálico o con mucha latencia, pero al ser una función que uso a menudo, me ha molestado bastante en el uso cotidiano de un producto que por lo demás es prácticamente redondo y no tiene más que reprochar.
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Etiquetas: Auriculares, Análisis, Review
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