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Hoy en día, cuando pensamos en móviles y teléfonos inteligentes, lo primero que nos viene a la cabeza es Android o iOS, los dos gigantes que dominan prácticamente todo el mercado. Sin embargo, existe todo un mundo alternativo de sistemas operativos móviles que, aunque sean menos conocidos y estén presentes en menos dispositivos, ofrecen soluciones muy interesantes para quienes buscan algo distinto a lo habitual.
Vamos a explorar a fondo todos esos sistemas operativos para móviles que no son ni Android ni iOS. Repasaremos desde proyectos libres y entornos basados en Linux hasta desarrollos propios de empresas tecnológicas que buscan su hueco en el sector. Hablaremos de su historia, sus características principales, sus ventajas y limitaciones, y analizaremos hasta qué punto pueden ser alternativas reales a los dos grandes dominadores.
Antes de sumergirnos en los sistemas alternativos, conviene entender por qué resulta tan complicado para otros sistemas hacerse un hueco en el mercado móvil. El primer motivo es técnico: la gran mayoría de smartphones usa procesadores ARM, y a diferencia del mundo PC (con x86, donde hay muchos estándares), el despliegue en ARM suele requerir imágenes del sistema muy personalizadas debido a cargadores de arranque bloqueados y soporte específico de hardware. Esto limita enormemente la compatibilidad y dificulta crear una plataforma universal.
El segundo motivo es cultural y comercial: los usuarios están muy acostumbrados a usar las aplicaciones más populares, muchas de ellas privativas, como WhatsApp o Instagram, a las que no siempre se puede acceder desde sistemas alternativos. La dependencia de ciertas apps y servicios hace que, aunque existan otros sistemas operativos, no resulten viables para el gran público.
Una buena parte de las alternativas a Android e iOS están fundamentadas en Linux, aunque con diferentes objetivos, interfaces y enfoques. A continuación, te presentamos los más destacados y sus características principales.
Sailfish OS es uno de los exponentes más sólidos del panorama alternativo. Nació como sucesor de MeeGo, el sistema que Nokia e Intel desarrollaron en su día, y ha conseguido cierta madurez. Su interfaz está basada en Qt (como KDE) y utiliza Wayland para la gestión de gráficos. En sus orígenes, Sailfish solo estaba disponible para los Jolla Phone, pero hoy se puede instalar en varios modelos, especialmente de Sony (familia Xperia).
Entre sus principales puntos fuertes destacan el enfoque en la seguridad y la capacidad de ejecutar aplicaciones de Android mediante una capa de compatibilidad. La última versión relevante (Vanha Rauma 4.4) fue lanzada en 2022, y continúa evolucionando, aunque su comunidad sigue siendo relativamente pequeña.
Ubuntu Touch nació con el ambicioso objetivo de ofrecer la famosa convergencia entre móvil y escritorio. Aunque Canonical abandonó el proyecto, la comunidad UBPorts ha tomado el relevo y sigue desarrollándolo. Se trata de un sistema totalmente independiente de Android, orientado tanto a teléfonos como a tabletas, con mejoras continuas en su ecosistema de apps y en su interfaz.
Aunque la evolución es más lenta de lo que muchos querrían, Ubuntu Touch sigue siendo una opción muy interesante para quienes buscan una experiencia móvil verdaderamente libre y alineada con el espíritu de GNU/Linux. Si quieres conocer otras alternativas, te puede interesar nuestra sección sobre comparativas de sistemas libres para móviles.
PostmarketOS va un paso más allá en la filosofía open source: su objetivo principal es alargar la vida útil de los móviles, combatiendo la obsolescencia programada que impera en el sector. Se “vende” como una distribución Linux auténtica para teléfonos, capaz de instalarse en modelos antiguos que han quedado desfasados para los sistemas oficiales.
El desarrollo de PostmarketOS es completamente abierto, aunque la lista de dispositivos compatibles aún es limitada. Un punto a favor es que no solo busca funcionar en móviles, sino también en portátiles ARM como el PineBook Pro. Si tienes un móvil PinePhone o Librem 5, tienes muchas más probabilidades de disfrutarlo sin problemas.
PureOS es la apuesta de la empresa Purism, conocida por su compromiso absoluto con el software libre. Este sistema no incluye ningún componente privativo, ni siquiera a nivel de firmware, algo que lo ha llevado a ser reconocido por la Free Software Foundation como totalmente libre. Está diseñado para funcionar en sus propios dispositivos, como el Librem 5, aunque también puede usarse en otros entornos (incluyendo PCs x86). Si deseas aprender sobre la seguridad en sistemas alternativos, en este artículo se explica cómo mejorar la privacidad en dispositivos Linux.
Entre sus puntos fuertes están la privacidad, la convergencia y la pureza del código. Como contrapartida, tiene un ecosistema muy reducido de aplicaciones móviles y depende en gran medida del compromiso activista de quienes lo usan.
Mobian es otro sistema basado en Debian, adaptado para dispositivos móviles a partir de la experiencia de escritorio. Utiliza la interfaz Phosh (creada por Purism), el compositor Phoc y tecnologías propias de GNOME. El soporte está centrado en modelos como el OnePlus 6, el PinePhone, la PineTab y el Librem 5, aunque existe una imagen experimental para x86_64 y portátiles ARM.
Ofrece acceso a navegadores como Chromium, Firefox ESR o GNOME Web, así como a apps como Telegram Desktop o Google Maps (web). La variedad de aplicaciones móviles nativas aún es limitada, lo que puede suponer un obstáculo para algunos usuarios.
Tizen es un caso curioso: desarrollado por Samsung bajo el amparo de la Linux Foundation, pretendía ser la gran baza para distanciarse de Android en móviles, pero finalmente se ha consolidado en otros sectores como televisores inteligentes y wearables. Los smartphones Tizen fueron una rareza y su éxito fue pírrico. Aun así, el sistema permite ejecutar ciertas aplicaciones de Android y su código está abierto parcialmente, aunque el SDK tiene partes propietarias de Samsung.
Tizen sigue vivo principalmente gracias a su implantación en Smart TVs y relojes inteligentes, pero su presencia en móviles es prácticamente residual.
A raíz de las sanciones de Estados Unidos, Huawei aceleró el desarrollo de HarmonyOS, su propio sistema operativo diseñado para funcionar en toda clase de dispositivos conectados (móviles, tablets, relojes, electrodomésticos…). Aunque la empresa prometió una plataforma completamente nueva, lo cierto es que se han encontrado evidencias de que HarmonyOS aprovecha muchas partes del código de Android, hasta el punto de que se le considera una bifurcación o “fork”.
En China, los móviles Huawei funcionan con HarmonyOS, mientras que en el mercado internacional se sigue usando EMUI (capa sobre Android, pero sin servicios de Google). El ecosistema de apps propio (Petal Search, App Gallery, etc.) está creciendo, aunque el soporte para aplicaciones internacionales sigue siendo un reto pendiente.
HarmonyOS representa el intento más serio, fuera de Occidente, de crear una alternativa masiva que no dependa directamente de Google o Apple, y por su músculo empresarial podría evolucionar mucho en los próximos años.
La mayoría de fabricantes personalizan Android con sus propias capas o forks, pero salvo casos muy contados, estas capas siguen dependiendo del núcleo de Android y de sus servicios principales. A continuación, repasamos las más conocidas, aunque hay que dejar claro que no son sistemas operativos completamente independientes.
En todos estos casos, estamos hablando de sistemas que, aunque ofrecen diferencias de interfaz, funciones extra y ecosistema propio, siguen siendo Android en su núcleo. El “salto” a sistemas realmente diferentes solo se produce con los que hemos mencionado antes.
Existen muchas ROMs personalizadas para móviles, apoyadas en el proyecto de código abierto de Android (AOSP). Aunque en esencia siguen siendo Android, eliminan por completo los servicios de Google y ofrecen una experiencia mucho más controlada a nivel de privacidad y personalización.
La más famosa de todas es LineageOS, que pone el foco en el respeto a la privacidad y el acceso al software libre. Es compatible con un gran número de dispositivos y su estructura ligera permite revivir teléfonos antiguos que, de otra forma, quedarían obsoletos. Entre sus funcionalidades más valoradas destaca el control del tráfico de datos y la posibilidad de instalar apps de Google Play de forma opcional (aunque no todas funcionan perfectamente).
Basada en LineageOS, /e/OS apuesta de manera radical por eliminar la dependencia de Google. Incluye su propia tienda de apps llamada App Lounge, que permite filtrar por aplicaciones de código abierto, y una herramienta avanzada llamada Advanced Privacy que bloquea intentos de rastreo y protege los datos del usuario en tiempo real. Dispone de una cantidad relevante de documentación y soporte para que el usuario se sienta acompañado durante el proceso de instalación y uso.
Otra alternativa destacada es GrapheneOS, creada y mantenida por una organización sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es ofrecer un sistema móvil privado y seguro, siempre alejado de los servicios de Google y de cualquier implementación tipo microG. Su política de privacidad es especialmente estricta, y su instalación requiere seguir los pasos cuidadosamente para evitar problemas.
microG es una suite de componentes libres que permite ejecutar apps de Android que dependen de los servicios de Google en sistemas donde estos han sido eliminados, facilitando un buen equilibrio entre privacidad y funcionalidad.
Una de las mayores barreras para el uso de sistemas alternativos (ya sean ROMs o sistemas basados en Linux) es la disponibilidad de aplicaciones. Sin acceso a Google Play, la solución pasa por tiendas alternativas. Las más seguras y conocidas son:
La advertencia principal aquí es tener mucho cuidado con el origen de las aplicaciones, ya que descargar APKs por fuera de canales oficiales aumenta el riesgo de malware.
Optar por un sistema operativo móvil fuera del tándem Android–iOS tiene varias ventajas pero también desafíos importantes. Entre sus puntos a favor, destacan la privacidad, el control del usuario sobre el software y el hardware, la posibilidad de reciclar dispositivos antiguos y el fomento de la diversidad tecnológica.
En el lado de los retos, encontramos la limitación en el número de dispositivos compatibles, la falta de estándares en torno a ARM, la ausencia de aplicaciones clave (como WhatsApp, que no dispone de cliente oficial para casi ninguno de estos sistemas) y una menor atención de los desarrolladores y fabricantes.
Además, muchas veces para instalar un sistema nuevo es necesario desbloquear el bootloader del dispositivo, un proceso que no está exento de riesgos de seguridad, especialmente si no se siguen tutoriales fiables. Dejar el bootloader desbloqueado puede facilitar ciertos ataques físicos al dispositivo.
La existencia de estos sistemas mantiene vivo el espíritu de innovación y competencia fuera del mainstream. Algunos fabricantes, como Huawei con HarmonyOS o Purism con PureOS, están apostando fuerte por sus propias plataformas. Otros, como los desarrolladores detrás de LineageOS, Ubuntu Touch o Sailfish OS, siguen mejorando sus proyectos con la esperanza de arañar nichos de mercado o servir a quienes quieren una experiencia diferente.
De cara al futuro, el impulso del software libre y la llegada de nuevos dispositivos adaptados a Linux podrían dar más protagonismo a estos sistemas, aunque es difícil que lleguen a desbancar a los grandes en el corto plazo. La clave está en la diversidad, la filosofía de la privacidad y la independencia tecnológica.
Más allá de Android e iOS hay todo un universo por descubrir, donde la innovación y la defensa de la privacidad siguen siendo bandera. Si quieres explorar lo que ofrece la tecnología fuera de los caminos trillados, estos sistemas alternativos pueden abrirte las puertas de una experiencia realmente distinta y personalizable, aunque no siempre fácil o cómoda para el usuario medio. El camino está lleno de retos pero también de posibilidades para quienes buscan algo más que lo de siempre.