Design market

El mercado de los relojes inteligentes ha evolucionado de tal manera que es complicado elegir un mal dispositivo. A día de hoy, con un buen equilibrio de precios y prestaciones, la decisión se limita casi en exclusiva a su diseño, puesto en términos de funcionalidad, la mayoría son más que suficiente para la mayoría. Sobre todo, en el rango bajo de precios, por debajo de los 100 euros.

Pocos son los que despuntan con algún extra y muchos son los que pierden algo para mantener un precio competitivo. De todos los fabricantes, uno de los que mejor mantiene esta relación de precio/especificaciones ha sido, históricamente, Amazfit. De ellos hemos probado el Active 2, un reloj inteligente que no sacrifica casi nada, pero se mantiene por debajo la mencionada barrera de los 100 euros.

Por un precio oficial de 99 euros en su versión básica, el Amazfit Active 2 es una propuesta muy interesante para la mayoría de los usuarios, y tiene el punto extra de delegar toda su funcionalidad en el móvil a Zepp. No es una cuestión menor, puesto que siendo sinceros, Zepp app es una de las mejores companion apps para los que busquen sacar el máximo partido a la medición física del reloj. Y sobre todo, para su entrenamiento en gimnasio.

Sí, el Amazfit hace algunos sacrificios: nada de pago móvil (excepto en la versión premium y muy limitado para su uso en España), y quizás una autonomía inferior a otros modelos, incluso de la casa. Sobre el papel son 10 días, 5 de uso intensivo, pero en la realidad está más cerca de los 3 días si haces un empleo deportivo del reloj: una hora y media de ejercicio al día, medición de sueño y monitorización 24 de la FC.

¿Se puede estirar un poco más? Quizás, pero en nuestras pruebas no merece sacrificar funciones clave para alargar la autonomía unas pocas horas más. Y otra cosa, el reloj limita enormemente el brillo de la pantalla cuando cae por debajo del 30-25% de batería, lo que puede dificultar un poco su uso en días muy soleados, pero es el precio a pagar por sacar más autonomía.

El diseño del Amazfit Active 2 es bastante elegante, redondo, algo que en personalmente no me gusta y como al resto se le empiezan a ver las costuras a la hora de moverse por la interfaz o mostrar información en la pantalla, pero hay que decir que su delgadez y su poco peso, unido a su diseño lo hacen especialmente cómodo. Más que la mayoría que hemos probado de hecho. Dormir con el reloj no se nota absolutamente nada, y de hecho este diseño estilizado es especialmente interesante a la hora de usarlo en el gimnasio con barras y movimientos rápido de muñeca: la experiencia es exquisita.

A este apartado, hay que decir que la modalidad de fuerza del Amazfit Active 2 es sensacional. El reloj es capaz de detectar automáticamente 25 tipos de ejercicios y cuenta las repeticiones, series y tiempo de descanso. Lógicamente, confunde algunos ejercicios que son similares, y depende de la persona y de como se mueva, puede que cometa errores a la hora de detectar ciertas repeticiones en rangos de movimiento más pequeños, pero para el usuario casual que solo busca medir de forma cómoda entrenamientos de fuerza en pesos guiados o libres con rangos de movimiento semi completos, es bastante bueno.

No me ha gustado en exceso el sistema que usa para medir el esfuerzo y el descanso. Supuestamente, Zepp Coach ayuda a decirte cuando deberías entrenar con más fuerza o descansar, pero en mi experiencia ha errado en muchas ocasiones el estado físico real de mi cuerpo, que monitorizado con otro dispositivo se acercaba más a la realidad que a lo que recomendaba el Amazfit Active 2.

Es una funcionalidad menor y lo cierto es que hay apps de terceros que miden esto mucho mejor en función a tus datos, por lo que no debería ser algo a tener en cuenta si estás buscando un reloj. Como digo, es una función más avanzada que se agradece en un dispositivo de 100 euros, pero le queda todavía mucho camino por delante comparado con sistemas como los de Woop o Athlytic o los que ofrece Garmin, por ejemplo.

El resto de opciones que ofrece son las propias de Wear OS y Android, de sobra conocidas por la mayoría, todo funciona correcta y el sistema se mueve con bastante rapidez, sin lags ni cuelgues apartes, algo bastante sorpréndete teniendo en cuenta su precio.

Si buscas un reloj básico para el día a día con un diseño elegante y especialmente cómodo, es una alternativa genial por menos de 100 euros. Además, te llevas algunas funciones avanzadas de salud que no están disponibles en este rango de precio. Básicas sí, y en la mayoría de las ocasiones más enfocadas a usuarios que generalmente apuntan algo más arriba en cuanto a precio y prestaciones, pero es un equilibrio perfecto a la hora de llevar un reloj inteligente básico con algún extra sin hacer un gran desembolso.

Por cierto, es compatible también con iOS a través de la mencionada Zepp y ofrece algunas funciones extra en este sistema operativo comparados con otros relojes enfocados en Android, por lo que también es una gran opción para los usuarios de Apple. Es, sin ninguna duda, el mejor reloj sub 100 euros que hemos probado en cuento a diseño/prestaciones y opciones extras —aunque básicas— para los más deportistas.